
And while you are playing at the void, with tears in your eyes, but with the smile on your lips and your usual concentration, you hear a deep voice whispering to you: “Bravo Giovanni!”. And you, refusing to cry in front of your assistant, say softly, “Shut up, voice, I’m playing, do not distract me tonight, I can not even mistake a word.”
Algunas veces pasa, en la vida de cada uno, de encontrarse en frente de algo totalmente inesperado, a lo cual es necesario reaccionar en seguida, porque no hay tiempo para reflexionar. Puede ser que en este caso intervenga el alma, el corazón, la pasión más profunda y te imponga que hagas lo que a lo mejor, a sangre fría, no tendrías el valor de hacer. Pasa que tal vez, por una vez en la vida, la mascara y la cara se sobreponen y entonces por fin entiendes quien eres hasta lo más profundo y cuanto te amas a ti mismo y a los otros y a tu escenario. Y cuanto seas verdadero y no ficticio. ¿Por un actor la ficción lo es todo? Casi todo. Y mientras estás actuando en el vacío, con las lágrimas en tus ojos, pero con la sonrisa en tus labios y tu usual firme concentración, escuchas una voz en el profundo que te susurra :”¡Bravo Giovanni!”. Pero tú, que jamás quisieras llorar en frente de tu asistente dices dulcemente: “Cállate, voz, que estoy actuando, no me distraigas esta noche, justo esta noche, no puedo equivocarme ni siquiera una coma”.
Links
Corriere.it: Quando Verdone recitò nella sala vuota: lì nacque il mattatore
VareseNews: Nemmeno uno spettatore, Mongiano va in scena nel teatro deserto
La Stampa: Mongiano eroe del palcoscenico. Un monologo per zero spettatori
Il Caffè di Gramellini (Corriere): Centomila, nessuno, uno